miércoles, 10 de septiembre de 2008

El Abuso sexual en los niños, es uno de los flagelos más serios que atenta actualmente la niñez costarricense

El tema del abuso sexual en los niños, es un tópico sumamente conocido, dialogado y discutido, pero es poco lo que se ha llegado a concretizar para erradicar este terrible flagelo.
Si esta temática la visualizamos en un contexto general, nos daremos cuenta que la misma tiene sus raíces en la pérdida de valores morales, en la desintegración familiar, en la carencia de programas educativos desde los primeros años en materia de educación sexual, en la falta de programas preventivos, en la inexistencia de un marco legal riguroso que facilite la penalización de los ofensores sexuales, en la carencia de recurso humano capacitado, en la falta de coordinación de todas las entidades e instituciones tanto públicas como privadas que atienden dicho tema.
En fin el problema existe y se acrecienta debido a una variedad y diversidad de factores que en su conjunto deben ser atacados para que este flagelo se aminore. No podemos ser tan “idealistas”, para pensar que el mismo podríamos erradicarlo.
Esta alarmante realidad para la sociedad de hoy y esta horrible pesadilla para nuestros niños, ha llamado la atención de diversas autoridades estatales, organismos internacionales, organizaciones no gubernamentales, asociaciones voluntarias, comunidades organizadas, padres y niños afectados, que han unificado sus esfuerzos para combatir esta triste pesadilla nacional e internacional.
Costa Rica a pesar de ser un país reconocido mundialmente por no contar con un ejercito y tener como mayor valuarte la paz, es considerado un país con serios y complejos problemas de abuso y explotación sexual, esto pareciera contradictorio, ya que ningún ciudadano puede tener paz si es consciente que un niño le son ultrajados sus derechos y es aprovechado su vulnerabilidad.
Ante esta cruda y real problemática se han iniciado en el país diferentes programas y proyectos para combatir este mal tanto estatales como privados. No obstante, si quisiera dejar claro que a pesar de ello, no existe aún una política integral que lo atienda.
Pero ello no quiere decir que si exista una conciencia de este flagelo y que el mismo este siendo atacado por diferentes frentes. En el plano estatal, los esfuerzos desde el Patronato Nacional de la Infancia, PANIAMOR y otras dependencias capacitando mejor a sus funcionarios, aumentado el número de fiscales en el país, perfeccionando y mejorando sus técnicas de acción. Su papel sigue siendo limitado y la ciudadanía se queja por la inexistencia de políticas estatales y métodos que permitan un seguimiento a los casos denunciados.
En el sector no gubernamental, de igual manera se han venido elaborando una serie de seminarios, foros, debates, proyectos y programas encaminados a cortar de raíz este flagelo. Ante la opinión pública parece tener mas credibilidad lo que estas organizaciones están haciendo por el tema del abuso contra menores, razón que les ha posibilitado en muchos de los casos contar con cooperación internacional para elaborar diagnósticos ó proyectos de mayor alcance en el país.
En el área legislativa, igualmente se esta trabajando en una serie de proyectos e iniciativas que apuntan a la erradicación del problema y la penalización de los ofensores sexuales.
Adicional a estos esfuerzos se puede mencionar la ayuda que brindan diferentes países que comparten con Costa Rica este flagelo en igual escala ó en mayor escala, como lo son por ejemplo: Los Estados Unidos de América.
A pesar de la mucha ó poca labor que en el tema se haya hecho y se este haciendo, lo lamentable es que el problema del abuso sexual contra menores se sigue incrementando.
Cuáles serán las razones de fondo, si pensamos que la mayoría de abusadores sexuales, generalmente tienen algún grado de afinidad sanguínea con el afectado. La raíz del problema se encuentra en la desintegración familiar, en la pérdida de valores morales, en el aumento descomunal de la intromisión sexual en todos los medios de comunicación colectiva, en el uso del Internet, y en fin en la caótica situación en que se encuentra la sociedad en que hoy vivimos. Por tanto cada uno de nosotros tiene una cuota de responsabilidad en la solución que se le podría dar a este problema, forjando una sociedad con valores, y con amor verdadero por los niños de hoy y del mañana.
Juan José Vargas Fallas
Diputado

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